Investigadores UDEM estudian la relación entre la vacunación COVID y la duración del COVID de largo plazo
En el 2020 el mundo entero fue azotado por la pandemia de la enfermedad COVID 19 y desde entonces se han estudiado los avances de esta enfermedad además de cómo combatirla. Después de 5 años de iniciada la pandemia aún se estudia e investiga esta enfermedad para poder generar un mayor conocimiento sobre el “COVID a largo plazo” el cuál consta del diagnóstico y tratamiento de las secuelas y los síntomas que quedan rezagados en los pacientes después pasado el periodo de contagio.
El COVID de largo plazo inicialmente se acotó a cualquier caso de COVID 19 que persistiera presentando síntomas de la enfermedad hasta cuatro semanas posteriores a las dos semanas establecidas del periodo de contagio. Sin embargo, los casos de COVID a largo plazo no se han reducido simplemente a contagios de un mes, sino que hay registros de casos de contagios a largo plazo que datan de hasta 2 años con síntomas.

Es por estas anomalías que aún se está invirtiendo recursos en la investigación del COVID y sus efectos en pacientes de riesgo; la Dra. María Romero, el Dr. Miguel Sánchez y el Dr. Arnulfo González de la UDEM son algunos de los científicos que han explorado las condiciones del COVID 19 a largo plazo para poder ayudar a los pacientes en situación de riesgo.
La investigación en la que los profesores de la UDEM participaron se centró en encontrar la relación entre la vacunación y las condiciones en las que este COVID a largo plazo se presenta y los resultados fueron bastante interesantes. El estudio, basado en encuestas aplicadas a 810 pacientes en el noreste de México, de los cuales 64 llevaban más de un año contagiados, reveló que la vacunación si está directamente relacionada con la duración de la enfermedad.
En varios de los casos de los pacientes de la muestra la vacunación estuvo directamente relacionada a una duración máxima de periodo de contagio de tres semanas, casos en los que a su vez el paciente no necesito recibir mayores cuidados intensivos como tratamiento de la enfermedad. Por otra parte, también se detectó un patrón en pacientes que, sin haber sido vacunados, sufrieron de los efectos del COVID a largo plazo por mayor tiempo a pesar de haber recibido tratamientos de mayor intensidad.