La movilidad del futuro no solo depende de nuevos materiales o diseños espectaculares: depende de entender cómo se comportan los vehículos en movimiento y de mejorar cada uno de sus sistemas para hacerlos más eficientes, seguros y sostenibles. Ese es el corazón del trabajo de la Dra. Diana Hernández Alcántara, cuyo proyecto se centra en el control y optimización de sistemas vehiculares, una línea clave en el desarrollo de tecnologías que influirán en la forma en que nos transportamos en los próximos años.

Su investigación responde a desafíos urgentes en vehículos eléctricos e híbridos: gestionar mejor la energía, aumentar la estabilidad y mejorar la aerodinámica. Para ello, ha desarrollado plataformas experimentales de frenado regenerativo que permiten evaluar cuánta energía puede recuperarse en distintos ciclos de manejo; algoritmos que optimizan el comportamiento de suspensiones semi-activas sin añadir sensores adicionales; y superficies aerodinámicas activas que reducen resistencia y mejoran maniobrabilidad.

Estos avances dialogan directamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al optimizar la eficiencia energética, contribuyen al ODS 7; al desarrollar tecnologías innovadoras para la industria automotriz y aeroespacial, fortalecen el ODS 9; y al reducir emisiones de CO₂ mediante control inteligente, impulsan el ODS 13.

La investigación también transforma la educación y la industria. Los bancos de prueba desarrollados permiten a estudiantes aplicar conceptos reales en vehículos instrumentados, mejorando su aprendizaje. Empresas como Metalsa y KIA han colaborado en estos desarrollos, lo que refleja el valor práctico de la investigación en entornos productivos.

Desde la UDEM, este trabajo encarna una visión clara: innovar para mejorar la vida. La movilidad sostenible no es solo un destino, sino un camino que se construye con ciencia, creatividad y compromiso.